Después de finalizar mis estudios una nueva etapa se abría ante mí, había conseguido entrar en la Escuela de Negocios, donde estudiaría Secretariado Internacional más un curso de Publicidad y Marketing. Tuve que trasladarme a la ciudad y buscar una residencia donde hospedarme. También tenía claro que debía buscar un trabajo, eran unos estudios costosos y mis padres no podían cargar con todo.
Encontré un piso compartido con otra chica, Estrella, conectamos muy bien desde el principio y se convirtió en una de mis mejores amigas, quien como he comentado me ha incitado a escribir mi historia. El siguiente paso tratar de encontrar trabajo. Vi un anuncio para trabajar las noches de viernes y sábados como camarera en un club llamado Luxury, concerté una entrevista con la propietaria, tenía experiencia en el sector, me gustaba el mundo de la noche, así que pensé que era el trabajo ideal para mí. Llegué un poco nerviosa a la entrevista pero lo cierto que Marta, la propietaria, me lo puso muy fácil.
Daba el perfil que buscaba, abierta, don de gentes y con buena presencia. Me hizo una prueba para ver como me manejaba con la bandeja caminando con tacones, me movía como pez en el agua. Me explicó que en su club se organizaban fiestas vip y mi trabajo consistiría en preparar los cócteles y también salir entre los invitados ofreciendo las copas. Éramos seis chicas, dos fijas tras la barra y el resto moviéndonos entre los clientes.
- Vuestro uniforme es un tanto sexy, espero que eso no sea un problema(body negro, pajarita y tacones) me comentó Marta.
- No tengo ninguna objeción, contesté.
- De acuerdo, me dijo Marta, el puesto es tuyo.
Así comencé mi andadura en el Luxury, donde conocería a Rubí, mi amiga y quien me introduciría en este mundo de las scort, un mundo envuelto de sexo, morbo y placer.
Psique©