Me abandono a toda la lujuria contenida en mi cuerpo.
Quedo tendida ante ti, vendas mis ojos para hacerme sentir cada caricia, cada beso más intensamente.
Posas tus labios sobre los míos, puro fuego lleno de deseo, tus manos bajan lentamente, acariciando mis pechos, toda mi piel se eriza ante el roce de tus dedos que pasean por mi vientre, muy lentamente buscan la humedad de mi intimidad, mis gemidos rompen el silencio cuando penetras mis ganas de ti y me abandono, dejando fluir mi esencia, haciéndome tuya, proclamándote Dueño y Señor de mis orgasmos.
Psique©
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