Sonó el despertador y Fran lo apagó, era una mañana más de un día más.
Fran se levantó y fue directo a la ducha, el agua tibia recorriendo su cuerpo mientras se enjabonaba y en su mente siempre ella. Laura estaba de viaje por trabajo, la echaba de menos sobre todo ese viernes especial, el primero que pasarían separados, no pudo evitar imaginar esa ducha con ella que prendió el fuego en su cuerpo provocando una gran erección que tuvo que aliviar masturbándose.
Después de esa relajante ducha se vistió, desayunó como cada día un café con unas tostadas y se marchó a la oficina. La mañana se adentraba... ni un mensaje, ni una llamada. De pronto recibió un email citándole en el club "Sexy dance", un club de baile sensual donde las camareras se exhibían y se ofrecían bailes eróticos como actuación y también privados.
Fran pensó que sería cosa de los amigos y decidió acudir a la cita a la hora en punto.
Una camarera lo recibió y lo acompañó a uno de los box privados, allí tomó asiento, la música comenzó a sonar y al otro lado apareció una chica morena imponente que tan solo llevaba una máscara y vestía un corsé de encaje transparente con un tanga y liguero que sujetaba unas medias negras también de encaje, en sus pies unos zapatos negros con tacón de aguja. La chica empezó a contonearse al ritmo de un blues haciendo acrobacias con la barra, empezaba a quitarse las prendas lentamente dejando sus pechos turgentes al desnudo.
En ese momento Fran fantaseaba con Laura, imaginaba que era ella la que le ofrecía aquél baile despertando así a la bestia, no podía evitar aquella gran erección, estaba tan ensimismado acariciándose por encima de su pantalón que no sintió que alguien entraba al box, se acercó muy despacio quedando detrás de él, Fran sintió un aliento en su cuello y una mano que acariciaba su cara mientras le susurraba al oído... "feliz cumpleaños mi amor", la otra mano se dirigía a su bragueta dejando libre su erección y masturbando aquel deseo que ya no podía contener.
¿Creías que me iba a perder tu cumpleaños? -dijo Laura, una gran sonrisa llena de picardía se dibujó en su rostro, Fran la besó con emoción y ambos dieron rienda suelta a la pasión mientras la chica acababa su baile.
Dakota©
Imagen extraída de Shutterstock |
Este relato está dentro de la convocatoria juevera que nos presenta Alma en su blog Helicon, para leer más relatos pinchar aquí.