Megan observaba las reacciones y sonreía con lujuria. Mario despertó, se acercó por detrás y la abrazó.
Él también estaba desnudo y excitado. Mario la giró, se puso de rodillas y comenzó a besar su intimidad sin ninguna contemplación mientras se masturbaba, estaban a punto ambos, la cogió de las caderas y la apoyó en el cristal. Sin ningún momento de vacilación él la penetró ante la vista de cualquiera que pasara por la calle, a los pies de su ventanal.
Psique©
Una escena de mucho morbo en la que desencadena tu relato, excitante de verdad.
ResponderEliminarBesos dulces Dakota y dulce fin de semana
Si, el morbo de ser observados, gracias dulce, besos y buen finde para ti😘
EliminarSi el ardor comienza, no importa donde ni la hora, simplemente sucede .Un abrazo!!
ResponderEliminarAsí es Menta, un abrazo y bien finde para ti😘
EliminarEl silencio de la noche vibra intensamente en el momento en que el deseo se enciende en ese ventana, como una nube que avanza por un camino vago e indefinible que absorbe toda la noche
ResponderEliminarEn el fascinante silencio de la noche, sólo se escuchan los susurros sin aliento de los amantes, suaves como el roce de sus dedos... ¡Ah! deliciosa melodía!...
Besos y todo mi cariño.
Gracias Albino, una bonita melodía, un beso y buen finde para ti😘
Eliminarque fuerte.
ResponderEliminarLos hay más.
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