Aquel sabado Eros me llamó, tan solo me dijo:
- Preparate para un buen orgasmo, hoy será especial.
Nada más escucharle ya me notaba húmeda.
- Ya estoy deseando llegar a casa, hasta luego amor.
Llegué a casa, Eros me estaba esperando... desnudo sentado en el sofá, con una erección tremenda, tenía esa mirada de deseo y esa sonrisa de niño travieso que tanto me ponía, no hubo mucho preámbulo, me quité la ropa de camino al salón donde estaba, mi cuerpo ya desnudo se abalanzó hacia él y empezamos a besarnos apasionadamente, acariciando nuestros cuerpos.
- Como te deseo, le decía entre jadeos.
- Y yo a ti, me decia el, mientras sus manos se dirigían a mi humedad, a mi clitoris hinchado por la excitacion, sus dedos empezaron a penetrarme, entraban y salían, me hacía gemir de placer.
- Te voy a vendar los ojos.
Y así lo hizo, me encantaba sentirle así.
Senti su lengua por mis pezones y sus labios recorrían mi vientre, me encantaba el calor que desprendía mi cuerpo, abrió mis piernas y empezó a tragar mi esencia, uffff, como le sentía ... su lengua lamiendo mi clitoris, mi cuerpo se estremecía, fue entonces cuando soltó la venda de mis ojos y allí estaba ella, una chica morena, con mirada dulce, cara de niña ... comiendo todo, fue tanto el morbo que no me pude aguantar y tuve un orgasmo en ese preciso momento.
Eros me miró con su sonrisa pícara, me besó, se arrodillo invitandonos a acercarnos, nos pusimos de rodillas ante él saboreando su erección, estaba excitadisimo, jadeaba de placer al sentir nuestras lenguas, ya casi no aguantaba, su miembro vibraba, la chica se acostó, bien abierta de piernas y empezó a penetrarla, yo le miraba, me masturbaba, me gustaba ver como la embestia una y otra vez, me volví a correr mirandolos. Eros sacó su miembro y como dos gatitas nos pusimos a cuatro, mientras él se masturbaba y derramaba su leche en nuestras caras, relamiendo cada gota.
Quedamos exhaustos los tres sobre el sofá.
Eros me besó ... - ¿te ha gustado la sorpresa?
- Me ha encantado.
- Ella es Mireya.
Si alguna vez quieres repetir, solo tienes que decirlo.
Mireya se vistió y se fue sin decir nada.
La experiencia me gustó muchisimo y no hice preguntas.
Le besé...
-Voy a ducharme, le dije sonriendo. Pensando que no tardaríamos mucho en repetir.
Psique©️
Me inclino sobre tus palabras, siento el delicioso aroma de los cuerpos desnudos que se entregan a una preciosa “ménage a trois” y me siento cómplice de ese placer loco, que rezuma en la locura de los cuerpos…aaffff…. Leo en el viento que hablamos el misma lengua, sentimos el mismo calor en la piel, lo mismo deseo, el mismo llamamiento irrefutable!... Cierro los ojos y me entrego a tus palabras calientes, devassas, marabillosas... en dulce vertigen...!!
ResponderEliminarte dejo mis besos...
Gracias Albino, no hay nada como dar rienda suelta a las fantasías comunes.
EliminarBesos!
Una fantasía que debe ser de las más recurrentes en un hombre, pero que se torna aún mayor cuando la mujer también la comparte como en tu relato que es un constante estimulo de sensaciones, y al final el cuerpo lo expresa. Psique es rubia?
ResponderEliminarBesos dulces y dulce semana Dakota.
Si, quizás es la fantasía más recurrente, yo elegiría hacerlo con otra mujer también(igual que Psique) jaja... Psique es castaña y de ojos pardos verdosos😁
ResponderEliminarBesos Dulce!!
Ojos pardos verdosos, un tono muy atrayente, y ya que a ambas les gusta la misma opción del trío, pues hagamos uno :)
EliminarMás besos dulces para ti.
Jajaja, un beso Dulce caballero!
Eliminarwow...
ResponderEliminarGracias, me alegro si te ha gustado
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